[Confesiones de un corazón embriagado]

Mi  único miedo

[Confesiones de un corazón embriagado]

 

            Siempre tuve miedo de que esto pasara. De que al igual que el resto del mundo, tú también cambiaras. Es algo tan complejo de explicar, que no sé ni por donde o como empezar. Siempre me aterrorizo más que la muerte, el hecho de que la gente no sepa ser ellos mismos; que carezcan de la fuerza y la madurez para mantener su personalidad. Que acaben diciendo, “es mejor así”; no hay mayor cobardía que le conformismo, es como creer en el “Destino”, la mejor palabra para decir que no eres capaz de luchar por lo que quieres, que no tienes valor ni madurez  para hacerte cargo de tu vida y que por eso prefieres ser una marioneta, que alguien maneje tirando de sus hilos. Y mi único miedo, siempre fue ese, que perdieras tu brillo. Pasar  por tu vida como las modas, en palabras de ese que tanto te gusta. Ese creo que es el mayor temor que puede destrozar a una persona. Acostarse un día con una sonrisa de felicidad, soñar con la persona amada, un ideal de sueño hecho realidad, y al día siguiente no acostarse, porque el sueño te abandonó, y en su lugar solo hay dolor, sufrimiento y vació. De la noche a la mañana esa persona dejó de existir, se volvió fría y cruel. Se olvido de las promesas, de la felicidad, de la magia y de ser una princesa, para transformarse en una sombra, un fantasma...

            Siempre tuve miedo de que esto pasara; corazón.