Una hermosa taquicardia

Una hermosa taquicardia

               Y con cada mensaje que recibía, una sonrisa nacía en su rostro. Una nueva sonrisa que crecía sobre otra aun recién nacida. Una sonrisa especial, que se forjaba en la comisura de sus labios, tímida y huidiza, como un niño al salir a la pizarra el primer día de clase. Sin razón. Sin sentido. Su corazón empezaba a acelerarse. Sobre todo si este mensaje poseía una extensión de más de tres líneas. Entonces aquí comenzaba lo inevitable. Una taquicardia. Una hermosa taquicardia que le hacía sonreír aún más y pensar en sus labios, sus ojos, su sonrisa…su todo