Confesiones de un corazón embriagado (Prologo)

No voy a decir que no quiero saber más de ti, sabes que necesito saber de ti. Pero si te digo que no tengo pensado seguir detrás de ti lo que me quede de “vida”. No fuiste lo que creía que serias. Ni por asomo te pareciste a lo que vendías. Quizás pensé que podrías aprender a amar, a madurar…Veo que una vez más me he equivocado.

               Hoy, a diferencia de ti, yo quiero desearte lo mejor. Quiero que sepas que no me arrepiento de nada…o tal vez sí. Seguramente si lo pienso. Por eso mejor no pensaré en ello. Quiero que sepas que dejé de quererte hace mucho. Empecé queriéndote hace años, pero  con el tiempo dejé de quererte y comencé a amarte. De una manera que nunca jamás podrás entender. De una forma que ya no podré volver a amar.

               Quiero que entiendas que aún te necesito y necesitaré. A pesar de todo lo que me hiciste. Prometo perdonarte y olvidar el daño que causaste. La maldad y monstruosidad con la que me atacaste y destruiste. Pero prometo perdonarte y olvidarte, no por ti, si no por respeto a quien hoy busca mi felicidad y me intenta hacer feliz.

               Siempre te voy a recordar, Gracias, además, por enseñarme a no confiar en nadie, a que la gente miente y solo busca usarnos durante un tiempo, incluso tú, esa fue la parte de la lección que menos me gustó. Tú sabes como son las cosas y, como soy y he sido yo durante años, no meses, años. Así que cuando quieras ser honesta y la vida te haya golpeado, (espero que no muy fuerte) llámame, que como siempre, te cogeré con una sonrisa y los brazos abiertos, sin que tengas que pedir perdón, no te preocupes, no haré que te tengas que tragar tu orgullo, solo con una mirada bastará.

               Gracias, y aunque me decepcionaras y destrozaras. Gracias. Yo si logré amarte